09/02/2019
Nuestro planeta se enfrenta a una acelerada desaparición de sus ecosistemas y a la irreversible pérdida de su biodiversidad. Por biodiversidad entendemos que es la amplia variedad de seres vivos -plantas, animales y microorganismos- que viven sobre la tierra y los ecosistemas en los que habitan. Nuestro ecosistema más cercano y en el que habitamos, es el bosque de El Vedat de Torrent.
Dentro de nuestro Proyecto Medio-ambiental “Conocer para proteger” y junto al Club Aventurero El Vedat, realizamos el pasado sábado 9 de febrero una nueva actividad, nuestro I Taller de construcción de un refugio para pequeños mamíferos y reptiles.
Nuestro bosque de El Vedat se ha visto afectado, durante muchos años, por la mano del hombre. Se ha alterado notablemente el hábitat, tanto de la fauna como de la flora, de la zona.
Han desaparecido piedras, rincones, huecos, en los que antes se refugiaban pequeños mamíferos como los erizos, o los ratones, musarañas o algunos de nuestros reptiles como los lagartos, culebras, lagartijas…
Previo al taller comentamos lo que suponen estos cambios para ellos dando a conocer, a las familias asistentes, el problema al que se enfrentan estos pequeños animales. Les decimos cómo podemos echarles una mano generando un espacio en el que puedan decidirse a habitar, un refugio para ellos. Todo con materiales reciclados o del propio bosque.
La actividad estaba pensada para niños entre 5 y 12 años, y enfocada a que participaran en ella los integrantes del Club Aventurero El Vedat. Al final, llegamos a tener como ayuda incluso a algunos peques de 3 años, que se lo pasaron “pipa” con la construcción del refugio.
Nos ponemos a construir:
En primer lugar localizamos un lugar lo más idóneo posible para situar allí nuestro refugio. Colocamos un palet de tamaño medio, en una pequeña hondonada, este va a servir de cobijo a cualquiera de los animales de los que hemos hablado. Se va a generar como una pequeña cueva en la que se podrán ubicar…si les gusta.
Comenzamos a tapar los huecos laterales del palet con piedras, cubrimos la parte superior con un tablero, y cualquiera de los huecos que vemos…con más piedras. Seguidamente comenzamos a echar tierra, intentando cubrir toda la superficie, continuando con una cobertura vegetal a base de ramas secas y algo de hierba, que volvemos a cubrir con más tierra.
Al final, hemos creado un pequeño montículo con una sola entrada frontal, por donde los animales van a acceder al refugio, a su futura casa.
En unos meses nos acercaremos a revisar, a comprobar si hemos tenido la suerte de que algún habitante de nuestro bosque se haya decidido a alojarse allí.
VER GALERÍA FOTOGRÁFICA DEL TALLER:
